Nunca tuve uno: Proyector Famoplay (Famosa)



⌛ Tiempo de lectura: 5 minutos

Destapando traumas infantiles. Entre muchos y variados, el proyector Famoplay siempre tendrá un lugar especial en mi archivo de recuerdos traumáticos. Y es que hay algo peor que ansiar algo y no tenerlo. Es conseguirlo y que te lo quiten a las 2 horas. Pero no nos adelantemos. 

El "Proyector Famoplay" fue un invento que salió a finales de los 80, principios de los 90. Lanzado por la marca juguetera "Famosa", tuvo especial relevancia en los años 1990 y 1991.

proyector-famoplay-famosa-diapositivas

El artilugio, era un proyector de juguete que con una bombilla y unas lentes de plástico, proyectaba sobre la base, el contenido de una diapositiva que cargabas en un soporte incluido.

proyector-famoplay-famosa-diapositivas

La idea era que con la imagen proyectada, podías calcar la imagen sobre un papel, y convertirte en un master del dibujo...o más bien del calco, lo cual era un reclamo lo suficientemente jugoso para los que, como yo, se nos daba regular tirando a mal lo de dibujar.

El artilugio además, se recogía en su propio armazón emulando, cuando estaba recogido, el aspecto de un proyector profesional. Dentro tenía un espacio para guardar tus lápices y tus diapositivas, de las cuales por cierto, venían unas cuantas de muestra con las que empezar a hacer tus pinitos.

Este juguete, ha tenido numerosas revisiones a lo largo de los años, con versiones de lo más variopintas (con personajes de Disney e incluso con una versión "mochila") y mejorando la calidad llegando hasta nuestros días.

Así se nos presentaba en TV el proyector Famoplay en aquellos años:

[youtube=6qIV1FQ_FO4]


Con todo esto, no era difícil que los chavales ansiasen tener un Proyector Famoplay en sus habitaciones. Yo no fui menos, y cuando veía ese anuncio en televisión, miraba mi colección de diapositivas de "El hombre y la tierra" y le veía enormes posibilidades, por lo que durante meses me puse en modo pesado pidiendo el proyector.

Y llegó tarde. Casi ya pasado de moda. En navidades de 1993, yo ya sabía "the big secret" sobre el hombre de barba blanca y traje rojo que trae regalos y como en mi casa las tradiciones siempre brillaron por su ausencia, mis padres decidieron no esperar y comprarme por fin el proyector la misma tarde de Nochebuena.

Y ni envolverlo, ni esperar a después de la cena, ni a la octava carrera. Tal y como volvimos del Pryca me dispuse a probar mi juguete nuevo, no en vano llevaba casi 3 años esperando ese momento. 

Un momento que duró menos de 2 horas. Porque mi familia se metió en medio a opinar sobre el juguete, sin dejarme apenas probarlo, con la aparición culmen de mi padre decidiendo que eso no tenía calidad (vamos a ver, un proyector de plástico, una bombilla de linterna Cegasa, con lentes de plástico, que costaba no llegaba a 4000 pesetas, tampoco había que esperar un proyector Epson 4K) y que había que devolverlo.

Y así me vi, sin comerlo ni beberlo, con mi hermano de vuelta al Pryca a devolver el juguete por el que había estado suspirando años sin que nadie me hubiese siquiera preguntado opinión y fingiendo que aquello que me habían propuesto como segunda opción para mi regalo era mejor idea que el Proyector Famoplay. ¿Que qué fue la segunda opción? Ni me acuerdo. Sin embargo la sombra de ese proyector me perseguirá toda la vida.

Recopilando imágenes para este post, he visto que en Wallapop y TodoColección se venden muy baratos en un estado relativamente aceptable.

Creo que es hora de saldar esa vieja deuda, comprarlo y decidir por mi mismo si de verdad era una mierda como  un castillo o si mi familia me privó de ser un emergente "da Vinci". Si lo hago, prometo updates.

Saludos y hasta mañana.