Faltando todavía unos años para que Internet fuese algo popular y poco a poco se convirtiese y degenerase en lo que es hoy, hubo un momento en el que las marcas buscaban fidelizar a los clientes por los medios que tenían a mano, que generalmente era el correo tradicional y el teléfono.
De ese auge no se escapó el público infantil, y a lo largo de los 90 vivimos el auge y decadencia de los «Clubes» de productos de toda índole que acabaron reconvirtiéndose, en el mejor de los casos, cuando la red de redes entró con sus 56 kbps en los hogares de los ‘Early Adopters’ ibéricos.
Vamos allá con el ranking de los Clubes más significativos de los 90
CLUB NINTENDO
El Club Nintendo fue de los clubs más longevos que existieron ya que desde su creación en 1989, se fue adaptando a los nuevos tiempos (recursos no le faltaban a la gran N) hasta echar el cierre allá por 2015.
En sus orígenes en España pasó por varias etapas, de «Club Nintendo» a «Club Nintendo de Erbe» cuando la distribuidora Erbe se encargaba de la distribución de Super Nintendo y Game Boy y de nuevo «Club Nintendo» cuando los almacenes de Erbe en Madrid ardieron sospechosamente y días más tarde Nintendo anunció que se establecía oficialmente en España quitándole las labores de distribución de sus productos.
En esta denominada «Segunda Época», y aunque mi padre era socio años antes, fue cuando yo entré en el club y todavía conservo las 10 revistas y la «Guía para jugones» que nos enviaron a los socios por correo.
Cada consola o juego incluía la ficha de inscripción al Club. Rellenar, enviar y esperar, esperar, esperar…
Era un momento especial el esperar en el buzón una nueva publicación. Generalmente revistas llenas de autobombo y básicamente «publireportajes» ocultos bajo apariencia de reviews objetivas pero en aquel momento menos daba una piedra.
El Club Nintendo además te daba la oportunidad de consultar a expertos cuando te atascabas en juegos o tenías dudas de cualquier tipo. Aún tengo por ahí varios mapas (fotocopiados de originales hechos a bolígrafo) que enviaban en respuesta a consultas sobre videojuegos En cada carta además solían incluir alguna pegatina o un detalle, algo que era de agradecer y que mejoraba mucho la imagen sobre la marca.
En una de las últimas veces que me dirigí al Club Nintendo ya entrados los 2000, pregunté acerca de la posibilidad de conseguir (comprando obviamente) una pantalla de GameBoy Advance (no el LCD sino el plástico serigrafiado que venía encima) puesto que la mía se había estropeado en una caída y cual fue mi sorpresa cuando la respuesta el Club Nintendo fue un envío en sobre de burbujas con una pantalla nueva para mi máquina. Detalles que sin duda hicieron más grande a una marca grande y que por mi parte se ganó fidelidad vitalicia.
CLUB MEGATRIX
Si hay un club por antonomasia de los niños noventeros, es es el Club Megatrix. Y no refiriéndose sólo al programa de Televisión que incluía dibujos animados y secciones de entretenimiento si no al Club como tal, con su carnet y…vale porque no conozco a nadie que hiciese nada más pese a que como todos los clubes infantiles de la época prometía «Regalos, concursos y mucho más!»
Mi único recuerdo es ir a la papelería a por la papeleta de inscripción y recibir por correo a las semanas un pack de bienvenida que consistía en una revista, el carnet y un avión montable de goma eva que se fue por la ventana a los pocos días y nunca más se supo.
Llevé el carnet en la cartera hasta que la edad y los estándares de popularidad lo desaconsejaron. Desconozco si el Club Megatrix proporcionó a alguien algo más que el kit de bienvenida. El programa de televisión si no recuerdo mal duró hasta bien entrada la década de 2010 y fue uno de los mayores pufos en lo que al tema club se refiere.
Como bonus diré que viví muchos años martirizado por bastante gente que decía que me parecía a uno de los presentadores. Hasta el punto que la decisión (acertada por otro lado) de rogarle a mi madre el quitarme el «Pelo Cacerola» fue motivada en parte por aquella circunstancia.
CLUB JUNIOR COLACAO
Y ojo que entramos en otra liga de los clubes. Y es que ColaCao, la marca de cacao instantaneo propiedad de Nutrexpa y posteriormente Idilia Foods, echó toda la carne en el asador y sacó un «Club ColaCao» destinado al público adulto y su versión infantil «Club Junior Colacao».
La estrategia del Club ColaCao fue distinta a otros clubes y es que la revista (tanto Junior como la de adultos) venía incluida en los paquetes de 3 y 5 Kgs de Colacao y el hacerte socio era algo adicional.
Una campaña brutal con Teresa Viejo para el público adulto y…al loro señores, Leticia Sabater para el público infantil. Cuñas televisivas a todas horas e incluso un programa propio en TVE los domingos por la tarde.
Por supuesto el club ofrecía «Regalos, concursos y mucho más!» pero es que en este caso se podía decir que existían realmente ventajas por pertenecer a él. En la revista y en los envases de ColaCao venían unos «billetes» denominados «Pesecaos» que eran canjeables por promociones y sorteos.
Lo más directo que recuerdo era disfrutar de horas gratuitas de «Chikipark», porciones de pizza en Pizza Hut, helados en Burger King. Sin trampa ni cartón, cogías tus pesecaos, tu carnet de socio te presentabas en el establecimiento adherido (que se publicitaba en la revista) y listo. No quiero imaginar la pasta que le costó esta tontería a Nutrexpa, y lo cierto es que creo que el invento duró bien poco, antes de ver que lo de vender Baticaos en verano rentaba más.
No obstante, de este ranking le otorgo la puntuación máxima y lo considero el ganador de ganadores. Un club con mayúsculas. Yo, del Club ColaCao de por vida.
CLUB JUNIOR CANAL +
Finalizamos con un club un poco más «exclusivo» que los anteriores. Y es que en la mitad de los 90 no todo el mundo tenía Canal + en su casa. Canal +, que fue la primera televisión de pago en España, sacó un «club» destinado al público infantil que como ya hemos visto era la moda.
Aquí no recuerdo que hubiese revista. Sí que bastantes pegatinas, pines y merchandising de la mascota del club (un símbolo de «+» enorme y sus ¿«hijos»? que eran llavecitas decodificadoras cada una de un color.
En la revista mensual de los abonados (la que se recibía con la programación, estrenos y algún reportaje) venían algunas páginas dedicadas al club y sus ventajas principalmente consistían en preestrenos de cine a los que te invitaban si eras de los primeros en llamar para pedir las invitaciones en tu ciudad. No era demasiado difícil conseguirlas también he de decir, creo que en lo que duró el club yo fui tres o cuatro veces al cine en estos preestrenos.
La duración del club también fue fugaz y sólo alguna pegatina en mis carpetas del colegio dan fe de que un día fui socio (y abonado) de Canal + Junior.
Y vosotros? Recordáis algún otro club de los 90 que prometiese «Concursos, regalos y mucho más?».
Saludos y hasta mañana,